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Un vídeo precioso sobre las cadenas de favores
Deberíamos de aprender de los niños

Este es un vídeo que vi en otro blog, pero que ya había visto anteriormente. Creo que es fantástico porque refleja a la perfección el hecho de que cada uno de nosotros, con nuestros pequeños actos, podemos hacer que las cosas vayan a mejor.

Sé que no tiene mucho que ver con la educación, pero considero que puede influir en los niños de una forma muy positiva.

La formación de los profesores basada 
 en la educación emocional

Actualmente en la Universidad estoy cursando una asignatura que se llama "Educación Emocional", por eso en cuanto vi este vídeo en Youtube, captó mi atención.
La escuela está cambiando, los niños están cambiando... el mundo entero está en continuo cambio. Pues con la educación ocurre igual, hay que cambiarla y modernizarla, recordando siempre que el fin de la educación es enseñar conocimientos e intentar que los pequeños sean felices.
Este vídeo, que por cierto, está en catalán (los subtítulos en español se pueden activar), es una muestra excelente de cómo se trabaja la educación emocional con los niños más pequeños.
Son más importantes los sentimientos de los niños y sus estados de ánimo, que dar las lecciones de las asignaturas.
Lo que más me ha gustado, ha sido la metodología que usa la profesora al hacerle las preguntas: primero, pregunta "¿cómo te sientes?", tras la respuesta, el niño elige si contar o no el por qué de ese sentimiento, y finalmente, se le pregunta ¿podemos ayudarte?". Eso hace que los niños se comprometan con sus compañeros, y se sientan más unidos por tener la posibilidad de ayudarse los unos a los otros.
Recomiendo que lo vean, me ha parecido simplemente, brillante.

Deberíamos de aprender de los niños

El siguiente vídeo es una publicidad en contra del hambre que sufren demasiados niños en todo el mundo. Sé que es algo complicado de tratar, pero cuando vi este vídeo me emocionó y me conmovió la reacción casi instantánea de los niños. A ninguno se le ocurre no compartir, sino que dan por sentado que aunque uno tenga merienda y el otro niño no, lo justo es que ambos tengan. ¡Espero que les guste!